Un color que sin duda, es sinónimo de elegancia y más si lo trasladamos a la decoración de una boda. Hablamos, como no, del color dorado, un tono brillante que simboliza el sol y la alegría. Así que, lo tiene todo para estar presente en un día tan señalado.
Si no quieres colores muy llamativos, con este tono cumplirás todos tus deseos. Dicen que inspira y se relaciona con la sabiduría.
Además de la decoración de las mesas, podrás optar por llevar tu vestido con bordados en dorado, o incluso, adornar el coche con flores y lazos que lleven este color.
Es ideal si no quieres una decoración con elementos muy recargados. Además, podrás combinarlo con el blanco, o elegir diferentes tonos de dorado, desde el más brillante a otro más apagado y oscuro. Es una vez en la vida y por eso, nos merecemos el color del glamour.