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El protocolo dice que cuando llega la novia a la iglesia, en este caso, será acompañada por el padrino, que ayudará a que la protagonista baje del coche y se realicen las primeras fotos. Entrarán agarrados del brazo: el padrino a la derecha y la novia a la izquierda.
Una vez en el altar la colocación será la siguiente de izquierda a derecha: primero la madrina y a su lado la novia, luego el novio y por último, el padrino. Solamente en algunas bodas muy formales los padrinos están situados a un lado del altar, dejando el protagonismo total a la pareja de novios.
Una vez que la boda ha finalizado, la feliz pareja saldrá del templo, ya como marido y mujer. Primero saldrán ellos y ya detrás, los padrinos. Un nuevo orden de salida porque queramos o no, hay que sufrir la lluvia de arroz y pétalos que toda boda requiere.
Desde luego, yo he acudido a bodas donde no siempre se sigue un protocolo básico, sino que como decimos siempre, es tu boda, es tu día y tiene que estar todo a tu gusto, por eso, si tú decides ordenar estos trámites de otra manera, no debería de haber impedimento para ello.
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