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Aquellas novias que se decanten en llevar el velo, tienen que saber que hay varios tipos de ellos, pero hoy hablaremos del velo largo y más clásico. Dependiendo del vestido de novia que hayas elegido, tendrás que escoger el velo. Seguro que en la tienda te dan un par de consejos, pero lo mejor es probarlos.
Lo digo por experiencia porque a mí, realmente no me gustaban pero claro, al vérmelo puesto, mi idea cambio radicalmente. Los que más me gustan son los que están llenos de encajes y nos aportan la mayor de las sofisticaciones. Así era el que llevé yo, hermoso…pero claro, que voy a decir de mi propio velo.
Hoy en día, la colocación del velo es una parte de lo más sencilla, ya que, en uno de sus extremos, trae una especie de horquilla o pasador que se coloca en menos de un minuto sobre tu recogido o el pelo suelto, ya que aguanta todo el día, os lo aseguro.
De esto se encarga la misma peluquera, como ha sido en mi caso, pero tampoco es necesario del todo, ya que como solo es colocarlo, cualquiera puede hacerlo. En la parte trasera, hacia la mitad, es una de las zonas donde mejor queda.
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