En la mayoría de las bodas a las que he acudido en mi vida, no llevaban niños de arras o pajes. Pero la verdad es que es un detalle que a mi me encanta, porque le añaden una visión inocente y alegre a toda ceremonia que se precie. Ellos pueden llevar los anillos o las arras, aunque, en alguna ocasión, pueden ser parte del cortejo, echando flores para recibir a la novia.
Si te gusta la idea pero no sabes a quien elegir, toma nota de los siguientes consejos. Lo ideal es que si llevas niños, sean sobrinos o familiares cercanos, aunque los hijos de las amigas, también sirven para desempeñar este papel, porque lo que creemos es que debe de haber cierta complicidad entre la novia y los pequeños.
Si es un niño que no es tímido, mucho mejor, ya que todo saldrá a la perfección. La edad idónea es desde los tres o cuatro años, hasta los siete, pero cada una puede hacer caso a su instinto.
Deberán de hacer una especie de ensayo o unos meses antes de la boda, intentar explicarles, poco a poco, su cometido…eso sí, el grupo que elijas deberá de ser equilibrado, ya que no quedaría bien poner un niño de ocho años con uno de tres, por ejemplo. Seguro que le darán un toque más divertido a todo este día.