Quizás a priori no sea un tema muy común cuando estamos siempre hablando de bodas y novias…pero claro, toda novia tiene una suegra, o por lo menos, se supone que es así. Algunas veces, la relación suegra y nuera es muy buena, pero otras veces, las cosas no son tan ideales como nos gustaría.
Vamos a ver cómo podemos cambiar esa relación o intentar comenzar de nuevo. Por un lado, muchas madres sienten como que sus hijos se alejan de ellas al tener una relación y de ahí que cambien de actitud hacia la nueva persona que entra en la familia.
Tendremos que entenderlas e intentar establecer una buena relación, sobretodo, que haya comunicación. Así, evitaremos los enfados, ya que lo ideal, es siempre decir las cosas, pero con un tono comprensible.
Muchas veces perdemos los papeles y no toleramos lo que nos dice, como si lo hiciera otra persona. Tenemos que tener paciencia, quizás el doble, darle una tregua y respirar ante alguno de sus ataques (por nosotros y por nuestra pareja). Poco a poco, conseguiremos llevarnos todos bien, como debería de ser siempre.