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Ya ha pasado la boda y ahora tenemos ganas de descansar de estos últimos meses de organizaciones y de compras. Pero para ello, tenemos que dejar un cabo bien atado que es la planificación de una luna de miel perfecta.
Primero, hay que pararse a pensar qué es lo que nos gustaría hacer y mirar de qué presupuesto estaríamos hablando. Como uno no se casa todos los días, hay parejas, que aprovechan para ir a esos lugares donde nunca han estado y es raro que puedan estar en otra ocasión. La gente se anima mucho a visitar lugares paradisíacos, rodeados de playa, donde uno puede descansar totalmente. Otros, se deleitan por visitas un tanto más culturales pero con su punto de diversión igualmente.
Para que tanto la diversión como la cultura, salga bien, hay que ponerse en manos de gente especializada: Podemos consultar con otras parejas que hayan hecho un viaje similar, para ello, si no tenemos ningún ejemplo dentro del círculo de amistades, hay numerosos foros donde las parejas cuentan su experiencia con las empresas que han contratado.
Un consejo es que no siempre las ofertas salen tan baratas, hay que leer siempre la letra pequeña. Pero como sabemos que es una vez en la vida, informémonos bien y disfrutemos de nuestra luna de miel como nos merecemos.
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