Desde luego, es uno de los detalles que más hemos comentado en cuanto a decoración de bodas se refiere. Las plumas pueden estar presentes en todos y cada uno de los adornos que tienes en mente para el gran día. Ya hemos visto como los tocados o los ramos de novia le aportaban al estilismo, un toque diferente, pues en la decoración pasará lo mismo.
Por un lado, en las mesas siempre se concentra lo mejor: los invitados que serán primordiales y por otro lado, una decoración minuciosa, en la que podrás colocar las plumas. Por ejemplo, en el plato, junto a la servilleta y añadiendo una tarjeta con vuestros nombres.
Además, los centros de mesa son la vida de las mismas y qué mejor que aportar el toque elegante y original con un ramo de plumas altas que lleven la decoración a un nivel de auténtico glamour y para ello, qué mejor que el color blanco, consiguiendo un efecto más auténtico.
Aunque, si hablamos del blanco, tenemos que hablar de esa combinación perfecta con su aliado, el color negro. Esto siempre va a depender del estilo de tu decoración, pero desde luego, la unión de ambos da como resultado un entorno elegante, sin duda.
Como la novia sigue siendo la auténtica protagonista, puede llevar un tocado con plumas. Un recogido con una horquilla ladeada con estos sencillos detalles, será suficiente para un look de novia especial, además de romántico y como no, de moda.
Por otro lado, si quieres un toque vintage, pero manteniendo la misma elegancia, qué mejor que añadir una fina redecilla al tocado. Las plumas, sin duda, son ideales tanto para vestidos más sofisticados, como para los más sencillos, de corte recto y sin apenas otros detalles.
Como detalle para tus invitados, también puedes ofrecerles la tarjeta que antes comentábamos enlazada en una pluma o un bolígrafo. Como vemos, la imaginación es la que tiene el poder, ya que con una pequeña idea se pueden hacer grandes cosas.