Si no puedes irte a ese viaje de luna de miel que habías soñado y optáis por quedaros más cerca y solo un par de día, puedes hacer que ese tiempo se convierta en algo diferente y muy sexy. Claro que no será la primera vez que os quedáis un par de noches en un hotel pero por esa misma razón la clave está en hacer que esas dos noches sean totalmente diferentes, ya que en este caso no vamos a visitar tanto monumentos ni queremos ir de compras. Lo único que necesitamos es tiempo para estar con nuestra pareja y que, en nuestro día a día casi es imposible.
Por eso, os queremos dar algunos consejos para una luna de miel muy atrevida y provocadora. Con esta temática, la imaginación juega un papel importante, tanto es así que para no ponernos a pensar en ese mismo día, cuando hacemos las maletas debemos de incluir lo que va ser un juego de lo más divertido. Se trata de hacer una bolsa o caja con todo aquello que nos gustaría probar ya sea a modo de juguete o simplemente ideas sueltas escritas en un papel que más tarde se convertirán en acción. Es un buen momento para hacer realidad todas las fantasía que durante años habían estado ocultas en nuestro subconsciente.
Podemos elegir un hotel que cuente con unas bonitas vistas porque eso será lo que vayamos a ver del lugar. Tampoco es cuestión de encerrarse ya que siempre hay tiempo para todo, pero quizás, prefieras una cena especial en la habitación con todo lo necesario para que al terminar, haya un momento de risas y juegos en la pareja. Si tus amigas te han regalado el libro del Kamasutra es un buen momento para comenzar a usarlo, así como esos dados que tienen en cada una de sus caras, una postura diferente.
No siempre está la cama para esas fantasías de las que hablamos, una habitación de hotel puede dar mucho juego y su baño también. Acuérdate de llevar lencería perfecta para este momento así como de aceites especiales para unos masajes, un tanto diferentes. Porque el relax que siempre queremos en nuestro viaje también puede ir ligado a estar más tiempo conociendo todos los gustos ocultos de nuestra pareja. Es otra manera de hacer una luna de miel sexy, pero eso sí, que nos dé la luz del sol también es muy bueno.