Tenemos la suerte de tener muchos colores y de poder combinarlos entre sí para decorar nuestra boda. De esta manera, podemos hacer un banquete totalmente diferente al que solemos tener en mente. Para las bodas con un simbolismo de vitalidad y alegría no hay nada como el color amarillo que puedes combinar con el verde o con el blanco para destacar más su luminosidad. Aunque claro, si vamos un poco más allá no nos debemos de olvidar del color rojo que siempre pondrá la nota pasional a todo el entorno. Es un color que podremos combinar con tonos grisáceos y negros lo que le dará un toque muy sofisticado al restaurante. Además, si te decantas por un color así, tienes que dejarte impregnar por él en tu ramo o en los vestidos de las damas.
En toda boda temática y colorida que se precie, las tonalidades son se limitan solo a la decoración de las mesas, ya que como decimos también se pueden aplicar a nuestro look o al de nuestros familiares. Tanto las sillas como las mesas llevarán unos colores similares, aunque si lo tuyo es la sencillez, entonces puedes ayudarte de manteles blancos y pañuelos del mismo color en las sillas pero dejando que los centros de mesa sean los que lleven los colores más llamativos.
Como tenemos un sinfín de opciones sería casi imposible nombrarlas todas, por eso, en este caso nos quedamos con la sencillez que se muestra tanto en el color del mantel como en la carente decoración de las sillas. Aunque, con unos centros tan altos, casi es mejor que tengan solo ellos el protagonismo. Las flores son las que llevarán las pinceladas de color y desde luego, tienen ese estilo sencillo que marcarán cada una de las mesas con un aire muy primaveral.
Para una boda romántica, debemos de dejar los colores llamativos a un lado y optar siempre por las tonalidades pastel. El rosa muy claro y el beige son dos de los principales, siempre combinados con el blanco, claro está. En este caso, hay que procurar que la mesa se vea bien vestida y de nuevo son los centros los que llevan la parte fundamental. Las rosas combinadas de pequeñas ramas en verde serán las adecuadas, así como las velas. Para este caso, lo mejor es una mantelería en blanco y dejar que las sillas se vistan de la misma manera.