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Hoy en día, las bodas civiles pueden ser muy parecidas a las religiosas en cuanto a decoración o los trajes de los novios, ya que aquí impera más el factor de gustos que de protocolo en sí. La ceremonia suele ser más concisa y a veces, un poco más corta, pero como siempre indicamos, eso depende del acto que elijan los novios y el lugar para casarse.
La entrada, tanto del novio como de la novia se hacen exactamente igual a las ceremonias religiosas…primero el novio con la madrina y una vez que llegue la novia, el padrino la acompañará hasta su futuro marido.
A las bodas civiles que he asistido, la mayoría se han celebrado en ayuntamientos o en jardines al aire libre. La ceremonia en sí, consiste en una lectura de los códigos civiles entre los que destacan que la pareja tiene que respetarse y que ambos son iguales ante los derechos.
Después de esto, los contrayentes aceptan y muestran su consentimiento para dar paso al intercambio de anillos. En algunas de ellas, se puede leer algún poema o dedicatorias que los invitados quieren compartir con la feliz pareja. También podrás elegir la música para cada momento, tanto para la entrada, como para las pausas entre las dedicatorias. Un consejo: contrata música en directo porque es mucho más romántico y no te arrepentirás.
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