Las invitaciones son la antesala de lo que nos viene encima y por eso, debemos de elegirlas al estilo que queremos trasmitir. Aunque bien es cierto que con todos los modelos que nos enseñan…es un tanto complicado. Sea como sea vuestro modelo exterior, hoy nos centramos en el interior, el protocolo.
Los primero que se suele mostrar en una invitación son los datos principales, como nuestros nombres. Si son los padres quienes organizan todo el evento se suelen poner sus nombres en la tarjeta interior.
Además, de la presentación con los nombres, tendremos que dejar muy claro la fecha y hora, así como, el tipo de vestuario requerido para la ocasión, ya sea traje formal o casual. Por regla general, se suele especificar cuando es un traje que se sale un poco del patrón más común.
Por ejemplo, los hombres con chaqué y las mujeres con vestidos largos y sombreros. En su exterior, cuando la invitación va destinada a una pareja, debemos de poner las iniciales de señor y señora.
Si va destinada para una familia al completo entonces podremos las siglas Sr junto con el nombre y familia. Cuando estamos hablando de una boda extremadamente formal entonces puedes añadir el Don o Doña, pero siempre y cuando sea algo exclusivo.
En cuanto a la organización de todos estos datos será el siguiente: Primero la presentación como hemos indicado arriba, luego en el lado derecho, pero abajo de la misma, añadiremos la hora y la dirección de la boda.
Acuérdate de comenzar a repartirlas con un plazo amplio y si el lugar de celebración es un tanto desconocido, ayuda a tus invitados con un mapa o esquema que les haga el trayecto más sencillo.