No podemos evitar esa vena infantil en la que todas las niñas quieren ser princesas…pues nosotras también. Soñamos con ese cuento de hadas que parece hacerse realidad cuando llega el día de la boda, ya que hemos encontrado a nuestro príncipe soñado. Pero no queremos que termine y como buen cuento que se precie, tiene que culminarse en un bonito castillo. Como nuestra casa es muy bonita pero no llega a ese nombre, no hay nada mejor que aprovechar nuestra luna de miel para darnos el que será, el capricho de nuestra vida.
Los palacios y castillos existen en numerosas partes del mundo pero bien es cierto que una gran cantidad de ellos se encuentran en la República Checa además, gracias a ellos este lugar de ha convertido en uno de los elegidos por los turistas que quieren conocer Europa. Estos castillos se han convertido en hoteles muy lujosos para que así, cada pareja pueda disfrutar de una estancia inolvidable y donde se mantienen ciertos detalles de época como puede ser en la decoración. Además, están rodeados por espacios naturales preciosos, donde el campo verde es el que recorre a su alrededor, así como los jardines que le otorgan una belleza impresionante al lugar.
Uno de los castillos más soñados es el que os mostramos en la primera imagen y que lleva por nombre, Hluboká. Es de estilo gótico y comenzó a construirse allá por el siglo XIII pero tuvo varias reconstrucciones hasta que lo han dejado como podemos apreciar en la imagen…con una belleza desmesurada. El segundo castillo se denomina Karlstein y fue Carlos IV quien dio la orden para que fuera contruido y más tarde en el 1480 fue reconstruido tras la guerra. Lo podemos ver en una elevación que cuenta con las mejores vistas y que cuenta con edificios a diferentes niveles.
Este último castillo que os presentamos es el de Jemniste y cuenta con unos jardines delanteros impresionantes. Quizás, no tiene una fachada tan propio de los cuentos como los dos anteriores pero también muestra un entorno que implica la relajación y una estancia perfecta para los novios. Es una gran mansión que cuenta con numerosas pinceladas de generaciones anteriores como motivos de hípica, paredes muy adornadas y unos muebles de estilo barroco y además, ronda la leyenda de que por este lugar vagaba el fantasma de una princesa quien vivió entre estas paredes. Lugares con mucho encanto para los novios más románticos y aventureros.