Está claro que el color dominante en todos los vestidos de novia, es el blanco, pero desde hace alguna que otra temporada, los diseñadores apuestan por las novias modernas y atrevidas. Los colores invaden los vestidos de novia para realzar la feminidad y otorgar esas pinceladas contemporáneas.
En ciertas culturas, cada mujer elegía un color el cual tenía, y sigue teniendo, un significado propio. Si el vestido de la novia era de color azul, representaba el amor verdadero de la dama hacia su futuro esposo y el color rojo atraía la buena suerte.
El color perla en un vestido de la futura esposa, simbolizaba una mezcla de sentimientos, que no es nada negativo, todo lo contrario, ya que se unían el amor, cariño y la confianza hacia el novio.
Aunque el color amarillo está asociado a la mala suerte, nada tiene que ver en otras culturas que los asociaban con el dios del amor y por lo tanto, la pareja estaba bendecida con un amor duradero.
Los vestidos en color verde, que como sabemos es una de las tendencias de la temporada para invitadas, tenían una doble visión, ya que por un lado es esperanza y por otro, que nos encontrábamos con una persona un tanto promiscua.
El rosa se asocia a la feminidad y a la juventud, aunque también simbolizaba la felicidad para los recién casados. Un color muy de moda en los desfiles de alta costura, que en ocasiones se combina con el blanco.
Como recordaréis…nuestras abuelas se casaban de negro, ya que en ese momento, era una de las tendencias. Aún así, no tienes por qué elegir un vestido totalmente de un color, pero sí darle un toque divertido con alguno de los tonos que hemos comentado.