No hay mujer que, de niña, no haya jugado con trajes y sábanas deseando casarse pronto para lucir su magnífico vestido de novia. Efectivamente, la elección del vestido es uno de los momentos más importantes a la hora de preparar la boda, y las mujeres pueden dejar riendas sueltas a su desbordante imaginación. Y es que para gustos hay colores: hoy en día hay muchísimos tejidos, colores y estilos entre los que elegir.
En concreto, las últimas tendencias proponen vestidos modernos, lejos de la tradición, aunque no haya unas reglas estrictas: colores vivos, tanto en el vestido como en los complementos, telas superpuestas, cortes asimétricos, ecajes y bordados que hacen un vestido único y actual.
Sin embargo, algunos consejos pueden resultar útiles a la hora de elegir el vestido ideal. Antes que nada, si el vestido es blanco, es recomendable elegir el matiz acorde con la tez; además, los colores más vivos son ideales para la segunda boda. En tercer lugar, es conveniente prestar atención a la época: si la boda se celebra en verano, el vestido es más ligero; si es en invierno, al contrario, la novia tendrá que llevar una capa para protegerse del frío.
El tipo de vestido depende también del tipo de boda: para bodas civiles se aconseja un traje sencillo, liso y sobrio, aunque no es infrecuente ver vestidos largos y elaborados. Por último, hay que tener en cuenta que complementos, maquillaje y peinado deben de ser adecuados para el vestido.