Los zapatos son para la novia uno de los complementos más importantes junto con el ramo. Hay que tener cuidado al elegirlos, porque si son demasiado incómodos pueden provocar dolor e incluso caídas. Por eso, además de respetar el gusto de la novia, los zapatos tienen que ser lo más cómodos posible.
Sin embargo, la elección tendrá que basarse también en otros criterios: en primer lugar, el sitio donde se celebra la boda, ya que los tacones de aguja se clavan en la hierba de los jardines, por ejemplo. Otro criterio a tener en cuenta es la estatura: si la novia es alta, no es recomendable escoger zapatos con tacones de 10 cm. o más; en cambio, si la novia es bajita puede elegir un zapato que la valore, incluso con plataforma interna.
Además, hay que tener en cuenta la estación e incluso el clima: en verano, los zapatos ideales son las sandalias; en primavera, unos zapatos semiabiertos; en otoño, zapatos abiertos de puntera o talón, y en invierno, zapatos cerrados.
Por lo que se refiere al color y estilo, deberían de ser idénticos o combinarse con el del vestido. Está claro que esto es más facil de conseguir para quienes elijan sandalias. Entre otras cosas, si el vestido es de encaje o bordado, lo ideal sería que el zapato fuera liso para que el conjunto no resulte recargado. En cambio, si el vestido es liso, el zapato puede ser más elaborado.Otras tendencias proponen elegir zapatos que hagan juego con el ramo, aunque en este caso la elección es más difícil.
Por último, es recomendable elegir un tacón que no sea demasiado alto para no sufrir a lo largo de la celebración. Por tal motivo una buena solución es comprar dos pares de zapatos idénticos, pero con tacones de diferente altura: uno para la iglesia y otro para los festejos, para evitar terminar con los pies destrozados.