Está claro que el patio no pinta bien para celebrar una boda, pero no por ello, vamos a renunciar a nuestro sueño. Simplemente, podemos adaptarnos a lo que estimemos de presupuesto y aún así, haremos que nuestros invitados queden totalmente satisfechos.
No necesitamos menús elaborados de chef´s, ya que, aquí se nos iría la mayor parte de ese presupuesto y tampoco comeríamos mucho. Lo ideal es optar por productos básicos como la carne o el pescado, que cocinados con alguna salsa diferente, le puede aportar ese toque innovador.
Unos entrantes sencillos como croquetas o barquitos de paté, son algunas ideas de lo más económicas para abrir boca. El marisco encarece el menú de boda, pero atención…no todo. Las almejas o quizás los langostinos pueden ser una opción mucho más recomendada que las langostas o bogavantes.
En cuanto al postre, hay lugares que se encargan de hacer pasteles o tartas a precios muy asequibles o si tienes a alguien que sea cocinillas, puede ayudarte. Un vino más asequible y una bonita decoración, serán los acompañantes perfectos para un boda estupenda.