Como ya hemos visto en numerosas ocasiones, el maquillaje de novia tiene que ser espectacular para fijar su belleza pero siempre desde la naturalidad. Hoy nos vamos a centrar en los labios, ya que ellos, con tanto beso y tanta comida siempre se llevan las de perder.
Para que el maquillaje labial se fije mucho más, lo ideal es hacer de vez en cuando alguna que otra exfoliación. Podrás ayudarte de un cepillo de dientes o bien hacer una pasta con miel y azúcar para pasarla suavemente por los labios.
Estos trucos siempre son mejor hacerlos por la noche, ya que luego, tendremos que hidratarlos. Claro está que cuando llegue el día de la boda, tu maquilladora te dará unos buenos consejos, pero no está de más que si te tienes que retocar, sepas cómo hacerlo desde ya.
Recuerda que debes de llevar un neceser con todo lo necesario, entre lo que no puede faltar estarán los polvos compactos. Puedes aplicar un poco sobre los labios para pasar a darles el toque de color que ya se ha desvanecido.
Perfilamos con un lápiz marcando bien la forma de los mismos. Si quieres una boca un poco más gruesa, intenta pintar por encima de la línea del labio, pero siempre muy suavemente para que no se aprecie. Todo lo contrario si quieres una boca más fina, que tendrás que trazar la línea por debajo.
Si quieres lucir una boca carnosa, entonces después del lápiz, tendrás que aplicar colores un poco oscuros y que no lleven demasiado brillo. Los colores más claros y brillantes quedan especialmente bien a los labios más finos.
Cuando ya tengamos el color, pasa un papel para eliminar lo que sobre y estarás lista. Aunque si quieres que el color permanezca más tiempo, vuelve a repetir el proceso comenzando de nuevo por los polvos. Pequeños trucos para que puedas disfrutar de tu día estando perfecta.