La boda es más que el día en el que damos el sí quiero, aunque claro está que esta es la parte más importante. Todo el proceso comienza con la petición de mano y termina con la luna de miel. Hoy nos vamos a quedar con uno de los primeros y mágicos momentos: el compromiso. Si quieres celebrar como se merece este momento, entonces estás de suerte porque hoy te vamos a dar una serie de consejos para llevar a cabo un día irrepetible. Para ello tampoco se necesita una gran fiesta si no hay presupuesto para ello, pero las cosas sencillas siempre se pueden disfrutar de igual manera.
Debemos de tener claro lo que queremos gastar en este día. Para ello, podemos tirar de la decoración hecha por nosotras mismas, así como de algunos utensilios necesarios. Recuerda que después de ello, hay que pensar dónde hacer la fiesta de compromiso. Quizás, lo más económico es un jardín o alquilar un lugar para ello. Claro está, que si tu casa es grande, nos vamos a ahorrar mucho dinero. Suele ser una cena o comida más bien íntima, porque no queremos hacer una copia de lo que será la boda.
Ahora que ya tenemos claro el presupuesto y el lugar, podemos ahorar mucho tiempo si ponemos un buffet con platos variados y también con postres. Sería un toque diferente y moderno para un evento como éste. Así mismo, en la decoración no nos podemos olvidar de grandes centros de mesa con flores naturales y combinaciones de colores elegantes. Por ejemplo, opta por el blanco y negro o los colores pastel que siempre aportan el toque romántico.
Hoy en día también se llevan las fiestas temáticas en las que tanto la decoración como los trajes de los protagonistas van siempre a juego. Vosotros también podéis hacer lo mismo con un tema que os defina o representar el día y el lugar en el que os habéis conocido. De esta manera os hará revivir, durante horas, los buenos momentos vividos y las emociones que habéis sentido. Para darle más diversión, podéis hacer juegos como un pase de fotos o un vídeo con vuestros mejores momentos. Todo vale con tal de celebrar algo que quedará en nuestra mente para el resto de la vida. No hace falta complicarse para ello, ya que como mencionábamos, en la sencillez también está el buen gusto.